Aplicación toxina botulínica para incontinencia urinaria
Aunque se ha hecho popular en los tratamientos estéticos, lo cierto es que el bótox (toxina botulínica) es una sustancia que se emplea en la urología para tratar con gran eficacia en ciertos tipos de incontinencia urinaria, siendo una de las más comunes la derivada del síndrome de la vejiga hiperactiva.
Para realizar el tratamiento se infiltra el bótox en la vejiga mediante una cistoscopia, un procedimiento quirúrgico y ambulatorio, que se realiza bajo anestesia general o raquìdea mediante el cual permite visualizar el interior de la vejiga y aplicar las inyecciones de la toxina. Es una intervención sencilla, de unos 30 minutos aproximadamente, en la que se aplican entre 100 -200 unidades de la toxina, dependiendo de cada caso. es un procedimiento que no necesita hospitalizaciòn.
Lo que logra la toxina aplicada intravesicalmente, es que la vejiga aumente su capacidad y disminuya la sensibilidad, disminuyendo a su vez, las contracciones involuntarias que son las causantes del dolor, la frecuencia miccional alta, la urgencia y la pérdida involuntaria de orina.
El tratamiento con bótox ha demostrado eficacia en el 70% u 80% de los casos y sus efectos favorables suelen durar de 6 a 9 meses. dentro de los efectos adversos puede estar la retenciòn urinaria, que en ocasiones puede necesitar la colocaciòn temporal de una sonda. Posteriormente al procedimiento se harà seguimiento estricto para evaluar respuesta y duraciòn de la misma.

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